Arrancando el partido final de la temporada con un parcial de 11 – 0, Sportiva, de rojo, se posicionó de inmediato en el parqué del Fortín Prat y comenzó con la intensa presión defensiva a toda cancha que tantos frutos dio a los dirigidos de Gianluca Pozo durante este cameponato.
Anulando completamente las armas ofensivas de su rival, el primer cuarto transitó entre la efectividad triplera del vencedor y las intenciones de rearmado de Libertad.
Con el segundo cuarto vino la etapa más pareja del partido. Los hombres adiestrados por Priscila Pizarro comenzaron a desarrollar el juego que los trajo a esta instancia como punteros y candidatos al título. Defensa, rebotes, selección de tiro y trabajo en poste bajo. Los fundamentos del baloncesto llevaron a las camisetas blancas a colocarse apenas a dos puntos de desventaja.
Sin embargo tras un par de tiempos muertos Sportiva recuperó el dinamismo en cancha y aumentó la presión defensiva doblando las marcas en casi todas las posesiones. De ahí en más, solo un equipo se mostraría entero.
Bastián Toledo ingresó desde la banca en el segundo tiempo para enchufar triples consecutivos que dejaron 59 a 37 por arriba a Sportiva, que se alejaba más y más en el marcador mientras más profundidad le daba Pozo a su banquillo, repleto de muchachos talentosos que supieron responder en ambas facetas del juego para incluso aumentar su margen de puntos.
Salvo algunos descontroles individuales propios de la frustración de perder así una final, el resto de los minutos se vivió con normalidad y la fanaticada y equipo de Sportiva Italiana festejó con tranquilidad y sobre la duela del Fortín el anhelado título.
Cabe recordar que, horas antes, el Club Árabe de Valparaíso se adjudicó el tercer puesto de la temporada tras vencer por 57 a 53 al New Crusaders de Cerro Alegre. El partido fue totalmente igualado hasta los últimos cinco minutos, en lo que los derrotados no consiguieron marcar ningún tanto, cerrando así su participación en el certamen.
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